jueves, 30 de junio de 2011

CONSPIRACIÓN ILLUMINATI - PARTE 4


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Michael Howard, autor de la Nueva Era de "The Occult Conspiracy", habla de esta misma lista, pero va más allá para revelar que la mayoría de estos jerarcas católicos eran miembros de logias masónicas (p. 152). Howard declaró que algunos de estos altos jerarcas del Vaticano eran:
El secretario privado del papa Paulo VI / El director general de Radio Vaticano / El arzobispo de Florencia / El prelado de Milán / El director asistente del periódico del Vaticano / Siete obispos italianos / El abad de la Orden de San Benedicto (p. 152)
Estos estudiantes quedaron horrorizados porque se habían emitido repetidas bulas papales contra las sociedades secretas, comenzando con el papa Clemente XII (1738), y terminando con el papa Pío XI, que murió en 1939.

Este artículo fue negado por un escritor católico, M. Jacques Ploncard, en la publicación L'Aurora, quien declaró que ningún prelado había estado afiliado a una sociedad secreta desde 1830. Sin embargo, investigadores determinados, algunos de los que fingieron ser miembros del gobierno, lograron acceso al Registro Italiano de Sociedades Secretas, y recopilaron una lista de cardenales, arzobispos y obispos que eran miembros de sociedades secretas. Esta lista incluyó a 125 prelados.
El escenario estaba ahora preparado para la plena aprobación papal de la membresía en las sociedades secretas. El 27 de noviembre de 1983, el papa Juan Pablo II emitió la bula papal que legalizó la membresía en las sociedades secretas para los católicos.
Ahora podemos entender cómo es que Juan Pablo II puede exhibir tan descaradamente la cruz torcida o partida, ocultista. Ahora podemos entender cómo el papa Juan Pablo puede buscar con entusiasmo la dominación del Nuevo Orden Mundial, como lo afirma Malachi Martin en su libro, The Keys to this Blood (Las llaves para esta sangre). Martin es un sacerdote jesuita retirado, que enseñó en el Instituto Bíblico Pontificio del Vaticano.

Finalmente, luego de más de 200 años la Sociedad Secreta de los Maestros del Illuminati han alcanzado uno de sus principales objetivos, infiltrar a su propio iluminista como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Romana.
Este suceso ocurrió, como ya hemos declarado, a principios de los 1960, cuando el papa Paulo VI llegó al poder. Este periodo de tiempo también encaja con el periodo general de degradación espiritual y apostasía que hemos destacado anteriormente.

Es interesante que el autor cristiano Bill Cooper, en su libro Behold a Pale Horse (He ahí un caballo blanco) declara, "en 1952, se formó una alianza, que unía por primera vez en la historia: Las Familias Negras (la nobleza europea, que históricamente han practicado el espiritismo ocultista); los Illuminati, el Vaticano, y los masones, que ahora trabajan juntos para traer el Nuevo Orden Mundial" (p. 80).
Howard añade la nota al final a este tema, al concluir su capítulo sobre la implicación del Vaticano en la corriente hacia el Nuevo Orden Mundial. Recuerde, Howard no critica al Vaticano; en su lugar, es un escritor de la Nueva Era que muestra entusiasmo respecto a estos sucesos.
Howard declara: "En las celebraciones en honor a San Francisco de Asís en 1986, que hicieron énfasis en la unidad de todas las religiones mundiales, el Papa participó en una oración multirreligiosa por la paz mundial. Los tradicionalistas se horrorizaron de ver que el Pontífice compartía alegremente una plataforma con un lama tibetano, un swami hindú, un médico brujo indígena norteamericano, un rabino judío y un sumo sacerdote maorí...
La unidad de todas las religiones y el reconocimiento de que todas derivaron de la misma fuente antigua es la filosofía central de las sociedades secretas. En este punto, recuerde las palabras de Jesús, "Por sus frutos los conoceréis".
La corriente hacia el Nuevo Orden Mundial ha visto ocurrir su progreso más significativo bajo el liderazgo de hombres que parecían sumamente conservadores y tradicionalistas. No se deje engañar.

Finalmente, en un seminario en Boston, en agosto de 1990, el director en Nueva Inglaterra de la Sociedad Teosófica declaró que el Plan para la implementación de la Religión Pagana del Nuevo Orden Mundial pedía que el Papa católico viajara a Jerusalén en el momento preciso para acordar una conferencia religiosa mundial especial. A esta conferencia asistirían todas las religiones mundiales. En esta conferencia, el Papa anunciaría que desde este momento en adelante, todas las religiones del mundo serían una. La meta final de los Maestros de los Illuminati se logrará finalmente, con el liderazgo del Papa.
Pero, por qué debemos sorprendernos de que Adam Weishaupt fuera un sacerdote jesuita católico. Así, vemos a la Iglesia Católica presente en el inicio de esta conspiración para el Nuevo Orden Mundial, y en el final.

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